Soy Marcelo, ahora de 38 años, pero esto sucedió cuando tenía 33 años. Era viudo hacía tres años, tengo una hija de 13 años, soy de buena complexión física, siempre me ha gustado el deporte. Soy empresario y debo decir que tengo suerte con los negocios, que me ha dado una vida solvente económicamente hablando. La historia comienza cuando mi hija me presenta a una nueva amiga del colegio, esta niña se llama Valeria, una muñequita de años igual que mi hija, cabello castaño claro, tez blanca, ojos verdes, una carita de angelito triste, con senos casi imperceptibles todavía y nalguitas bien paraditas. Desde el momento que la ví me atrajo. Debo advertir que nunca había sentido una atracción por niñas en mi vida, mis novias siempre fueron casi de mi edad. Pero Valeria me dio un flechazo en el corazón, fue una atracción sin razón, aun no me lo explico bien. Ella al inicio ni por enterada del sentimiento que me despertó. Valeria llegaba a mi casa los fines de semana